viernes 17 octubre 2025 - 23:07
Un documento recientemente descubierto revela una conspiración: ¿Cómo alcanzó el martirio Eduardo Agnelli?

Hawzah / Después de 25 años, ha salido a la luz un documento que pone en duda la versión oficial sobre el martirio de Eduardo Agnelli: el hijo musulmán y chií de la familia Agnelli, simpatizante de la Revolución Islámica de Irán, habría sido víctima de una conspiración destinada a apartarlo de la herencia económica de su padre.

Según informó la Agencia de Noticias Hawzah, el 14 de noviembre del año 2000, Gianni Agnelli firmó un documento mediante el cual otorgaba a su hijo Eduardo el 25 % de las acciones de la empresa Dicembre, el fondo principal de la familia Agnelli. Sin embargo, apenas un día después, el cuerpo de Eduardo fue hallado al pie del puente de la autopista Turín–Savona. Durante años, el hecho fue presentado como un “suicidio”, pero ahora, documentos confiscados por la Fiscalía de Turín revelan que Eduardo era el verdadero heredero y que su eliminación fue parte de un plan cuidadosamente diseñado para transferir el poder al nieto de Gianni Agnelli, John Elkann, judío sionista.

Este documento coincide con un testamento confidencial de 1998 y contradice la conocida “carta de Mónaco” de 1996, difundida en favor de Elkann. Los documentos fueron encontrados en el despacho del abogado Franzo Grande Stevens, uno de los arquitectos del traspaso de poder. La parte que debía corresponder a Eduardo terminó finalmente en manos de John Elkann, quien hoy preside la empresa Stellantis.

La madre de Eduardo, Margarita Agnelli, ha presentado una demanda judicial solicitando la anulación del acuerdo hereditario. Sus abogados sostienen que dicha decisión se tomó sin conocer la verdadera voluntad de Gianni Agnelli ni el alcance real de su patrimonio. Los documentos confiscados demuestran que existía un plan detallado para ceder una parte de la herencia a Eduardo, el cual se interrumpió con su repentino martirio.

El mártir Eduardo Agnelli fue un hombre culto, espiritual y musulmán, convertido al islam chií duodecimano, profundamente atraído por la Revolución Islámica de Irán. Su fe en la escuela de Ahlul Bayt y su visión antimaterialista eran incompatibles con las estructuras de poder económico de Occidente. Hoy, su martirio se interpreta cada vez más como la eliminación de un heredero ideológico y espiritual.

Tras un cuarto de siglo, la verdad vuelve a salir a la luz, y con ella se desvela una calumnia organizada. Eduardo Agnelli no fue víctima de un suicidio, sino mártir del camino de la verdad, la justicia y la escuela de Ahlul Bayt. Hoy, recae sobre todos los libres del mundo una responsabilidad común: preservar la memoria y el legado de este mártir oprimido y enfrentar la distorsión de la verdad.

Etiquetas

Su comentario

Usted está respondiendo
captcha