viernes 17 octubre 2025 - 23:16
El diálogo interreligioso debe basarse en la razón, el amor y los valores comunes / El Corán ofrece una estrategia para la unidad de las religiones

Hawzah / El Huyyat al-Islam wal-Muslimin Ahmad Wa’ezi, presidente de la Oficina de Promoción Islámica del Seminario de Qom, afirmó que “la raíz de las divisiones se encuentra en las interpretaciones humanas erróneas; por ello, el diálogo entre las religiones debe edificarse sobre la racionalidad, el amor y la atención a los puntos comunes”.

Según informó la Agencia de Noticias Hawzah, durante la ceremonia de clausura del Segundo Congreso Internacional de Estudios Comparativos sobre Ética en el Islam y el Cristianismo, el Dr. Wa’ezi explicó el papel de las enseñanzas coránicas en la gestión de las diferencias y el fortalecimiento de la unidad entre los seguidores de las religiones divinas. Asimismo, destacó la importancia de difundir los resultados académicos del congreso entre las comunidades intelectuales.

El también miembro del Consejo Supremo de la Revolución Cultural elogió a los organizadores y participantes del evento, señalando que “en un mundo donde las fronteras culturales y religiosas enfrentan múltiples presiones, estos encuentros son más necesarios que nunca”.

La importancia de los resultados académicos

Wa’ezi subrayó que la mera realización de un congreso no basta: “Los resultados y logros de estas investigaciones deben organizarse y ponerse a disposición de la comunidad científica global. Solo así se creará un terreno fértil para diálogos más profundos y para el desarrollo de un lenguaje intelectual compartido entre los estudiosos de las religiones.”

Añadió que es necesario fortalecer un lenguaje cognitivo común, de modo que el entendimiento interreligioso no se limite al ámbito diplomático, sino que penetre en el nivel de las investigaciones fundamentales.

La unidad divina de las religiones

Al analizar las bases teológicas, Wa’ezi afirmó que “la esencia divina de la religión es una sola; las divisiones provienen de factores humanos”.

Recordó que una de las creencias compartidas por todas las tradiciones reveladas es el origen divino de la religión y su conexión con la voluntad de Dios. El mensaje esencial y el objetivo final —la guía del ser humano hacia la perfección y la verdad absoluta— son idénticos en todas las religiones.

Explicó que “todas las religiones, desde Noé hasta el Islam, expresan una misma verdad; las diferencias se limitan a las leyes prácticas y no a los principios doctrinales o éticos”.

Las raíces humanas de la división

El académico del Seminario y la Universidad Baqir al-Ulum indicó que “la fuente de las divisiones no es la religión en sí, sino las interpretaciones humanas, las injusticias, los intereses mundanos y las lecturas erróneas”. Estas desviaciones —alimentadas por el afán de poder, el nacionalismo o los prejuicios étnicos— han generado dogmas sectarios que contradicen el espíritu original de la fe.

La invitación del Corán a la unidad

Wa’ezi recordó que el Corán orienta a los creyentes hacia los valores comunes:

“Di: ¡Oh gente del Libro! Venid a una palabra común entre nosotros y vosotros: que no adoremos sino a Dios, que no le asociemos nada y que ninguno de nosotros tome a otros como señores fuera de Dios...” (Corán 3:64).

Por ello, subrayó que el fortalecimiento de la unidad requiere interacción sabia y amorosa, centrada en los puntos de encuentro de la fe.

Desafíos externos e internos de la religión

Wa’ezi distinguió dos tipos de desafíos que enfrenta la religión a lo largo de la historia:

Externos: enemigos ideológicos, propaganda hostil y presiones para eliminar la fe o distorsionarla culturalmente.

Internos: desviaciones intelectuales, interpretaciones incorrectas y ambiciones de poder dentro de las comunidades religiosas.

“Las amenazas internas —advirtió— son más peligrosas que las externas, porque surgen del corazón del pensamiento religioso y son más difíciles de detectar.”

Citó ejemplos históricos como las guerras religiosas en Europa y los movimientos takfiríes contemporáneos en el mundo islámico, todos producto de comprensiones distorsionadas del mensaje divino.

Las claves del diálogo exitoso: racionalidad y amor

Para superar los desafíos internos y construir puentes entre las religiones, Wa’ezi propuso dos pilares fundamentales inspirados en la sunnah profética: la racionalidad y el amor.

Racionalidad: el diálogo debe basarse en la razón pura, no en las emociones o prejuicios. La búsqueda de la verdad debe ser el objetivo central, y la aceptación de argumentos lógicos, incluso si contradicen opiniones personales, es esencial.

Amor y compasión: junto con la razón, el amor es el cimiento ético del diálogo. La religión, en su esencia, es una invitación al afecto, la bondad y la justicia.

El ejemplo del Profeta en Taif

Wa’ezi recordó el episodio de Taif, cuando el Profeta del Islam (p) fue agredido física y verbalmente, pero en lugar de responder con ira o venganza, pidió a Dios que guiara a quienes lo habían maltratado.

“Ese momento —dijo— sintetiza la racionalidad y la misericordia que deben guiar todo diálogo interreligioso.”

Conclusión y perspectiva

El presidente de la Oficina de Promoción Islámica concluyó que las enseñanzas del Corán y la tradición profética ofrecen una estrategia integral para la unidad religiosa, centrada en los valores compartidos y la ética.

“El propósito de estos congresos internacionales —afirmó— no se limita al intercambio académico; busca promover un diálogo racional y amoroso entre los seguidores de las religiones divinas.”

Finalmente, expresó su esperanza de que los esfuerzos conjuntos en el ámbito de la ética comparada transformen la moral y la espiritualidad auténtica en una demanda universal y contribuyan a la paz duradera en el mundo.

El diálogo interreligioso debe basarse en la razón, el amor y los valores comunes / El Corán ofrece una estrategia para la unidad de las religiones

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