Según informó el Departamento de Traducción de la Agencia de Noticias Hawzah, con motivo del primer aniversario del martirio del “Sayyed de la Resistencia”, Sayyed Hassan Nasrallah (QEDP), y de sus compañeros en el camino de la resistencia, se celebró en la Casa de la Cultura de la República Islámica de Irán en Quetta el seminario “El Mártir de la Resistencia”.
Sayyed Abolhasan Miri, agregado cultural y responsable de la Casa de la Cultura de Irán en Quetta, destacó la figura y la escuela de pensamiento del mártir Nasrallah, señalando:
“El mártir Sayyed Hassan Nasrallah fue un líder histórico y excepcional del frente de la resistencia. Durante más de tres décadas desafió con su sabiduría, liderazgo estratégico y valentía sin igual los cimientos del orden hegemónico mundial, alcanzando finalmente su anhelado deseo de obtener la medalla eterna del martirio. Fue una escuela viva y un modelo perdurable de lucha contra la opresión, la ocupación y los sistemas de dominación global.”
Miri añadió que Sayyed Hassan Nasrallah fue más que un líder político o militar: “Fue el arquitecto de una profunda transformación en el equilibrio de poder en Asia Occidental. Su presencia marcó un punto de inflexión en la historia contemporánea del mundo islámico. El Líder Supremo de la Revolución Islámica, en su mensaje tras el martirio de Nasrallah, lo describió con cuatro rasgos: gran combatiente, abanderado de la resistencia, sabio religioso virtuoso y líder político prudente. Además, afirmó que el Sayyed de la Resistencia no era una persona, sino un camino y una escuela, y ese camino continuará.”
El agregado cultural iraní explicó que la escuela de Nasrallah se fundamenta en tres pilares:
Coraje: su valentía fue reflejo del espíritu de Ahlul Bayt (p), especialmente del Imam Husain (p). No temía la muerte y consagró su vida a la libertad de Palestina y a la defensa del Líbano.
Racionalidad: fue un líder inteligente y prudente que tomaba decisiones basadas en la razón, no en la emoción. Cuando cometía errores estratégicos, tenía la humildad de reconocerlos.
Conexión espiritual: mantuvo un vínculo profundo con Irán y el Líder Supremo, lo que constituye la esencia de la escuela de la resistencia.
Miri destacó que esta escuela ha generado un “software ideológico” que asegura la continuidad del movimiento, más allá de la presencia física de sus líderes. “El martirio de figuras como el general Soleimani o Sayyed Nasrallah no detiene la resistencia; ellos crearon un sistema que se reproduce por sí mismo. Cada vez que una bandera cae, otra mano la levanta.”
Añadió: “Occidente y el régimen sionista no comprenden este modelo. Creen que eliminando a algunos líderes apagarán el movimiento, sin entender que la resistencia posee un alma viva que fluye en todo su cuerpo.”
El funcionario cultural concluyó afirmando que la escuela de Nasrallah sigue viva y se ha convertido en una luz guía para los pueblos libres del mundo, especialmente en el camino hacia la liberación de Al-Quds (Jerusalén). También recordó que la Organización de Cultura y Relaciones Islámicas celebró el año pasado una conferencia internacional titulada ‘La Escuela de Nasrallah’, con la participación de expertos de trece países, cuyos discursos han sido publicados en un libro que será presentado oficialmente al cierre del evento.
En el mismo acto, figuras religiosas y políticas paquistaníes destacaron el legado del mártir:
Sheij Vilayat Husain Yafari, del Majlis Wahdat al-Muslimin de Baluchistán, lo definió como “un gran combatiente que fortaleció a Hezbolá hasta convertirlo en una fuerza firme y global”.
Ataur Rahman, vicepresidente de Yamaat-e-Islami de Baluchistán, consideró que asistir al homenaje era “renovar el pacto con los mártires fieles al compromiso divino”, y afirmó que Nasrallah organizó la resistencia libanesa y la convirtió en una potencia regional.
Imran Bangalzai, dirigente del Partido Popular de Pakistán, lo llamó “el mártir de la Ummah”, y agradeció la firmeza de Irán frente a los enemigos del Islam, pidiendo unidad entre los países islámicos bajo su liderazgo.
Huyyat al-Islam Sayyed Hashim Mousavi, imán de los chiíes de Quetta, recordó que el Imam Jomeini (QEPD) fue el verdadero precursor de esta escuela, y que Nasrallah, junto a figuras como Yahya Sinwar, Ismail Haniyeh y el mártir Arif Husain Husseini, continuó su legado.
Ghulam Nabi Mari, del Partido Nacional de Baluchistán, describió a Nasrallah como “una figura eterna, viva en el corazón de la humanidad”.
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