Según informó la Agencia de Noticias Hawzah, en declaraciones a la Agencia de Noticias Hawzah en Mashhad, en vísperas del 13 de Aban —día marcado por las actividades de lucha contra la arrogancia global en Irán—, Qaemi Nik afirmó que el movimiento de resistencia debe desarrollar su propio “sistema de conocimiento” para influir en disciplinas como la jurisprudencia, la filosofía, la economía y las ciencias políticas.
“El principal problema hoy es que la resistencia se expresa en acciones de campo y en consignas públicas, pero aún no ha penetrado en los ámbitos de la ciencia, la teoría y las estructuras académicas”, señaló.
Qaemi Nik destacó que, aunque la participación popular en marchas y concentraciones refleja la vitalidad del espíritu de resistencia, sus dimensiones intelectuales y científicas siguen poco desarrolladas. “La resistencia debe convertirse en una asignatura académica, en un eje de investigación y en un tema de tesis y producción de conocimiento”, añadió.
Propuso la creación de un “frente científico de resistencia” que reúna a las élites y a los centros de investigación del mundo islámico. “Esta carencia no se limita a Irán; es un vacío global. Por ello, los centros científicos dedicados a la resistencia deben unirse para llenar este espacio descuidado”, dijo.
El académico subrayó además la importancia de la cooperación intelectual entre investigadores universitarios y seminaristas de los países musulmanes y otras naciones afines a la causa de la resistencia. “Este diálogo civilizatorio requiere tiempo, pero generará efectos duraderos y estratégicos”, apuntó.
Qaemi Nik también destacó la necesidad de respaldo diplomático para fortalecer este frente intelectual. “Las experiencias de profesores y estudiantes en torno a Palestina y Gaza demuestran que, si las actividades de campo se transforman en producción de conocimiento, el impacto de la resistencia será más profundo y sostenible”, explicó.
Concluyó exhortando a las instituciones diplomáticas y políticas de Irán a facilitar la cooperación científica internacional en torno a la resistencia. “Llenar el vacío teórico y científico de la resistencia es esencial para expandir y profundizar este concepto a nivel global”, afirmó Qaemi Nik. “Nuestras élites académicas y seminarias deben asumir esta responsabilidad con seriedad.”
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