Agencia de Noticias Hawzah- Hablando en una reunión académica, el ayatolá Javadi Amoli abordó el papel irremplazable del afecto materno en el desarrollo humano, enfatizando que el afecto, junto con la dirección y la lucha, constituye una necesidad humana fundamental.
"Los seres humanos requieren tanto afecto como dirección, así como perseverancia y lucha", dijo. "Pero el afecto se transmite solo a través de la leche y el abrazo de una madre. Es por esto que la custodia, en esencia, se confía a la madre. Si un niño pasa los primeros siete años de vida inmerso en el amor y el afecto materno, toda la sociedad se volverá, en última instancia, más compasiva".
Refiriéndose a las enseñanzas coránicas sobre la creación humana, el alto clérigo dijo que la madre juega un papel decisivo en la aparición de la vida humana. "El Corán afirma: 'Él os crea en el vientre de vuestras madres', destacando el profundo papel espiritual y existencial de la madre en la formación del ser humano", señaló.
El ayatolá Javadi Amoli explicó que una vez que la creación humana se completa, el Todopoderoso Se alaba a Sí mismo con el versículo: '¡Bendito sea Alá, el Mejor de los creadores!', significando el estatus único y elevado del ser humano como la mejor de las creaciones divinas.
"La manifestación de la 'mejor de las creaciones' aparece más claramente en el cuidado y la crianza de la madre, no en el papel del padre", afirmó. "En este sentido, la mujer es la manifestación, el canal y el camino de la gracia divina a través del cual la mejor de las creaciones llega a ser y florece".
Rechazó cualquier visión reduccionista o mecanicista de la maternidad, subrayando que el vientre materno no puede compararse con un laboratorio o un mero contenedor biológico. "Todas las bendiciones divinas asociadas con la creación humana—desde las etapas más tempranas de la vida—pasan a través del alma y el espíritu de la madre", dijo. "La maternidad no es un papel marginal; es una confianza sagrada y una estación profunda".
El erudito advirtió contra la subvaloración de la maternidad en favor de actividades que privan a las mujeres de sus recompensas espirituales y emocionales. "Nada puede compararse con la dignidad, el amor y el estatus inherentes a la maternidad", afirmó.
El ayatolá Javadi Amoli describió el abrazo de la madre como la principal "escuela del afecto", donde un niño atraviesa un período de siete años de educación emocional. "Ninguna alternativa, ni siquiera la prédica o la instrucción formal, puede llenar el vacío dejado por la ausencia de afecto materno durante estos años formativos", enfatizó.
Advirtió que los niños privados de un afecto parental genuino a temprana edad a menudo no cumplen con las responsabilidades filiales más adelante. Citando versículos coránicos que ordenan bondad, humildad y misericordia hacia los padres en la vejez, dijo que la negligencia del amor materno puede conducir a la erosión moral y emocional dentro de las familias.
"Los padres que son privados de afecto en su vejez experimentan un aislamiento lento y doloroso, mientras que los hijos criados sin vínculos emocionales profundos pueden ofrecer solo gestos simbólicos de cuidado", expresó.
Reiterando las implicaciones sociales más amplias, el ayatolá Javadi Amoli dijo que el afecto transmitido a través de la maternidad es esencial para construir una sociedad humana y estable. "La dirección y la lucha son necesarias para el orden social, pero sin afecto, la sociedad se vuelve dura y fragmentada", señaló.
"Si los niños son criados en el abrazo de sus madres durante los primeros siete años de vida, absorbiendo amor, misericordia y compasión, el resultado será una sociedad caracterizada por la empatía y la responsabilidad moral", concluyó.
Estas observaciones están extraídas de Tafsir Tasnim, Volumen 69, páginas 284-286, en las cuales el ayatolá Javadi Amoli elabora sobre los fundamentos coránicos de la dignidad humana, la maternidad y la armonía social.
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