Según informó la Agencia de Noticias Hawzah, durante un encuentro con eruditos y clérigos en una reunión provincial, Pezeshkian subrayó que la unidad y la fraternidad entre los creyentes han sido la misión compartida de todos los profetas divinos a lo largo de la historia.
“Mi primer enfoque en este sentido se basa en la fe y las enseñanzas divinas”, afirmó. “Antes de cualquier decisión o acción, debemos proceder conforme a la creencia y la piedad. El Sagrado Corán ordena: ‘Oh vosotros que habéis creído, temed a Dios y aferraos con fuerza a la cuerda de Dios, y no os dividáis’.”
El mandatario señaló que la esencia de la fe radica en la empatía, la solidaridad y el apego a la cuerda divina, mientras que la división aleja a las personas de la verdad y debilita la luz de la creencia.
Citando las enseñanzas coránicas, Pezeshkian explicó que las bendiciones divinas provienen de la unidad de los corazones y de la pureza de las almas, no de la discordia ni de la hostilidad entre los creyentes.
Recalcó que todos los profetas —desde Abraham e Ismael hasta Moisés, Jesús y el Profeta Muhammad (la paz sea con él y su familia)— fueron enviados con un mismo mensaje: la fe en el Único Dios y la creencia en una verdad divina.
“La verdadera fe se encuentra en la unidad”, declaró. “Si los musulmanes de hoy estuvieran unidos bajo este mandato coránico, el régimen sionista jamás se atrevería a bombardear al oprimido pueblo de Gaza.”
Pezeshkian condenó el silencio y la división entre las naciones musulmanas frente a tales agresiones.
“¿Cómo puede la Ummah islámica, que es una sola nación ante Dios, permanecer dividida e indiferente mientras nuestros hermanos y hermanas musulmanes están siendo atacados?”, cuestionó.
Al destacar los fundamentos ilegítimos de la entidad sionista, expresó:
“El régimen sionista, con su pequeña población y raíces en la agresión, solo ha sobrevivido aprovechando las divisiones entre los musulmanes. El Corán dice claramente que quien busque una religión distinta del Islam, no le será aceptada. Entonces, ¿por qué los musulmanes se enfrentan entre sí?”
El presidente recordó que Dios envió profetas y escrituras divinas para unir a la humanidad en la verdad, pero que algunos, tras recibir las pruebas evidentes, siguieron el camino de la discordia movidos por la envidia, la codicia y el amor al mundo.
“Los musulmanes son hermanos”, afirmó Pezeshkian. “Esto no es solo una creencia, sino un mandato divino. El Profeta (la paz sea con él y su familia) estableció un pacto de hermandad entre los musulmanes en Medina y declaró durante la conquista de La Meca que los musulmanes son una sola mano frente a los demás. ¿Por qué entonces nos combatimos? ¿Por qué los países islámicos están en conflicto unos con otros?”
Advirtió que las divisiones actuales dentro del mundo islámico sirven directamente a los intereses del régimen sionista, de Estados Unidos y del sionismo global.
“Ellos desean que la Ummah islámica se consuma en disputas internas para poder continuar su agresión sin obstáculos”, dijo. “Si prevalece la unidad entre nosotros, ninguna potencia se atreverá a codiciar nuestras tierras ni a interferir en nuestros asuntos.”
Pezeshkian añadió que el olvido del principio coránico de la hermandad ha permitido a los enemigos aprovechar las debilidades del mundo musulmán.
“El fundamento de la religión y la moral es la fraternidad, pero la hemos descuidado, y esta negligencia ha abierto la puerta a la influencia extranjera”, sostuvo. “Restablecer la unidad significa regresar a la esencia misma de la fe.”
Para concluir, el presidente enfatizó que el camino hacia la reforma comienza con la solidaridad y la cooperación.
“Si nuestras manos y corazones se unen, podremos superar cualquier desafío”, afirmó. “No prometo soluciones inmediatas, pero creo firmemente que, mediante la unidad, superaremos gradualmente nuestras dificultades.”
Su comentario