Según informa la agencia de noticias Hawzah, en este día, Ammar Yasir fue martirizado por la espada del ejército opresor de Muawiya durante la batalla de Siffin.
Abu Yaqdhan Ammar ibn Yasir al-Ansi, descendiente de la tribu yemení Madhij y aliado de los Banu Makhzum en La Meca, nació aproximadamente 57 años antes de la Hégira del Profeta (la paz sea con él y su familia). Tras el inicio de la misión profética, Yasir y Sumaya estuvieron entre los primeros en aceptar el Islam, soportando las peores torturas por su fe en la unicidad de Dios y en el Islam, hasta que finalmente fueron martirizados bajo el cruel tormento de los politeístas de Quraysh.
Migración a Abisinia y Medina
Para escapar de la persecución, Ammar emigró a Abisinia con un grupo de musulmanes, pero regresó para acompañar al Profeta en su Hégira a Medina. Participó en la construcción de la mezquita de Quba, la primera mezquita del Islam. Además, estuvo presente en todas las batallas del Profeta.
Tras la muerte del Profeta (la paz sea con él y su familia), Ammar fue uno de los pocos, junto a Salman, Miqdad y Abu Dharr, que mantuvo su lealtad al Príncipe de los Creyentes (la paz sea con él), incluso cuando la mayoría se alejó de su liderazgo. Este rasgo lo distingue como un modelo de firmeza ante la adversidad.
El Profeta (la paz sea con él y su familia) lo describió con la frase "Ammar está con la verdad", similar a lo dicho sobre Ali (la paz sea con él): "Ali está con la verdad, y la verdad está con Ali". Esta asociación refleja su inquebrantable apoyo al Imam Ali.
Durante el periodo de los califas
Tras el evento de Saqifa y durante el califato de Umar, Ammar participó en las conquistas, asumiendo brevemente el gobierno de Kufa en el año 21 de la Hégira. Aunque aceptó cargos bajo califas previos, siempre mantuvo su oposición a la injusticia.
En el consejo de seis miembros convocado por Umar para elegir al siguiente califa, Ammar defendió los derechos de Ali (la paz sea con él), advirtiendo a Abd al-Rahman ibn Awf que evitaría divisiones si lo elegía, pero este último favoreció a Uthman por intereses tribales.
Al lado del Imam Ali (la paz sea con él)
Con el ascenso de Ali al califato, Ammar se convirtió en su defensor más destacado. A pesar de su avanzada edad (90 años), participó activamente en sus batallas, comandando el flanco izquierdo del ejército en la batalla de Yamal.
Cuando Abu Musa al-Ash'ari, gobernador de Kufa, se negó a enviar tropas para apoyar a Ali, este lo destituyó y envió a su hijo, el Imam Hasan (la paz sea con él), junto a Ammar a Kufa, donde lograron reclutar a 9,600 hombres para el ejército del Imam.
La perspicacia de Ammar Yasir
El Líder Supremo de la Revolución Islámica destacó el papel esclarecedor de Ammar durante las fitnas (sediciones):
"En Siffin, una de las labores cruciales de Ammar fue aclarar la verdad. Frente a la propaganda de Muawiya, él se movía entre las filas, explicando la realidad y disipando dudas, fortaleciendo así la moral de los combatientes."
Su martirio
Durante la batalla de Siffin, Ammar, sediento, pidió agua. Un niño le llevó leche, y él recordó una profecía del Profeta: "Tu última provisión en este mundo será un vaso de leche." Tras beberlo, cargó contra el enemigo hasta que dos soldados de Muawiya lo atacaron: uno lo derribó y el otro lo decapitó. Ambos disputaron el crédito por su muerte, pero Amr ibn al-As les dijo: "No disputan excepto por el Fuego del Infierno."
Al encontrar su cuerpo, el Imam Ali (la paz sea con él) lloró y dijo: "A Dios pertenecemos y a Él regresamos. Quien no considere grande el martirio de Ammar y no se aflija, no ha comprendido el Islam." Luego, rezó sobre su cuerpo y lo enterró con sus ropas de batalla.
El martirio de Ammar siempre ha sido un argumento contra Muawiya y a favor de la justicia de Ali (la paz sea con él), ya que el Profeta había predicho que sus asesinos serían "el grupo rebelde" (opuesto al Imam justo).
Su santuario
La tumba de Ammar se encuentra en Raqqa, Siria, junto a otros mártires de Siffin como Uwais al-Qarani y Ubay ibn Qays. Sin embargo, en 2013 y 2014, grupos takfiríes (como ISIS) destruyeron el santuario con explosivos y ataques de artillería.
Fuentes:
KHAMENEI.IR
Bihar al-Anwar, Allama Majlisi, vol. 68, p. 158.
Enciclopedia del Imam Ali, Ali Akbar Rashad, vol. 8, p. 524.
Historia de los Califas, Rasul Jafarian, vol. 2, p. 263.
Akhbar al-Tiwal, Dinawari, p. 147.
Al-Ghadir, Allama Amini, vol. 9, p. 21.
Furugh al-Abadiat, Ayatollah Sobhani.
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