Según la Agencia de Noticias Hawzah, el difunto Ayatollah Mohammad Ali Naseri, uno de los maestros de ética de la Hawzah, en una de sus lecciones de ética disertó sobre el tema del “recuerdo de Dios”, cuyo texto es el siguiente: Dios Todopoderoso, dice en el versículo 37 de la sura (24) An-Nur: «Hombres que no les distrae el comercio ni la venta del recuerdo de Alah ni del establecimiento de la oración»
Hombres para quienes el comercio y las cosas mundanas nunca los ocupan ni los alejan de lo espiritual y eterno y sus corazones no se olvidan de “Alah”, aunque estén ocupados en comercio, venta, negocio y demás asuntos mundanos, que consideran un acto de adoración.
Dios menciona en este versículo dos puntos: el recuerdo de “Alah” y el estar en recuerdo de Dios, que se menciona en contraposición al establecimiento de la oración.
El Señor en el versículo 152 de la sura (2) Al-Baqara describe los efectos del recuerdo y dice: «Entonces recuérdenme, yo los recordaré a ustedes».
Mis siervos, tengan atención sincera hacia Mí y yo tampoco los olvidaré.
Continuamente, los seres humanos aparecen en este mundo desde otro misterioso mundo y, como una avalancha que desciende de la montaña entran repetidamente en el mundo de la existencia y se destruyen en el desierto de este mundo y desaparecen en la tierra. Esta caravana ha sido, así desde el principio y, de esta manera, continuará.
Dios Todopoderoso dice: «Recuérdenme mientras están en la superficie de la tierra, para que yo los recuerde en el interior de la tierra».
Oh mis siervos, mientras estén en la tierra y vivos, recuérdenme, para que en el otro mundo donde necesiten, Yo los recuerde.
En algunos hadices también se menciona que Dios dice: «Recuérdame en una reunión para que yo te recuerde en una reunión mejor que la tuya, una reunión de ángeles».
El ser humano que cuida el recuerdo de “Alah” y la invocación de Dios en sus reuniones, nunca se olvida de Dios, su nombre se menciona en la asamblea más importante y los ángeles lo reconocen y lo recuerdan con grandeza.
Por lo tanto, bajo esta célebre narración se puede ver que: «Quien aprende el conocimiento, actúa conforme a él y enseña por la causa de Alah, será llamado en el reino de los cielos como una persona grande».
Quien realice estos tres actos puros, será conocido por los ángeles y su nombre será recordado con grandeza en las reuniones de los ángeles.
Quien estudie para Dios y sinceramente aprenda, quien sinceramente practique lo aprendido y quien sinceramente enseñe a otros lo aprendido, será recordado con honor en el reino celestial más alto.
«Recuérdenme aquí para que yo los recuerde allá».
En los hadices se menciona que a veces el creyente es poco recordado en la tierra: «Él es poco recordado en la tierra, pero famoso en el cielo».
En medio de la gente es desconocido y nadie lo respeta, pero es famoso en el mundo celestial y su nombre es recordado con grandeza por los ángeles.
«Recuérdenme, que yo los recordaré» a veces se interpreta como: recuérdenme en tiempos de felicidad y bienestar y no se olviden de mí, para que en tiempos de dificultad, necesidad y angustia yo los recuerde.
Sobre este tema hay numerosos hadices y en uno se dice que en tiempos de bienestar cuiden el recuerdo de “Alah” para que los ángeles escuchen el sonido de sus necesidades y cuando el mundo les presione, con esta vigilancia sean aceptados pronto como siervos ante el trono divino.
A veces el ser humano no está con Dios en tiempos de bienestar y cuando su situación llega a la dificultad, sufrimiento y calamidad, al clamar “¡Oh Dios!” y elevar sus manos en súplica, los ángeles dicen: “Señor, no conocemos esta voz, esta voz recién llega al mundo celestial”. Por eso en tiempos de bienestar, debemos cuidar este recuerdo.
«Recuérdenme en la prosperidad y la riqueza que yo los recordaré en la adversidad y la calamidad».
El ser humano perfecto es aquel que está de forma constante en el recuerdo de Dios Todopoderoso, y el efecto de esta práctica es que Dios también lo recuerda constantemente y quiere llevarlo a la perfección. ¿Qué bendición puede ser mayor que Dios lleve a un ser humano de la imperfección a la perfección divina? Este es el resultado de la expresión: «Recuérdenme».
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