Según el reportero de la Agencia de Noticias Hawzah en Mashhad, Hasan Rahimpour Azghadi, miembro del Consejo Superior de la Revolución Cultural, en el programa especial de la Escuela Razavi con motivo de la Década de la Dignidad, celebrado en la escuela Mirza Jafar en el Santuario Sagrado de Razavi, al referirse a la conducta del Imam Reza (p) explicó los principios del debate y el diálogo desde la perspectiva de aquel Imam.
El Imam Reza (p), modelo de debate racional y ético
Rahimpour Azghadi, refiriéndose a los debates del Imam Reza (p) con líderes de diferentes religiones, incluyendo cristianos, judíos, zoroastrianos, sabeos, budistas e hindúes, enfatizó: Estos debates se realizaban en la cúspide de la lógica y la ética.
Declaró: El Imam Reza (p), en estos debates, sin prejuicio, autoritarismo o distorsión, explicaba las perspectivas islámicas y siempre trataba a sus oponentes con respeto y cortesía.
Principios del debate desde la visión del Imam Reza (p)
El miembro del Consejo Superior de la Revolución Cultural, al destacar la importancia de una comprensión correcta del debate, dijo: Numerosas personas, incluso instruidas, cometen falacias en los debates y en lugar de argumentar lógicamente, recurren a humillar y destruir al oponente.
Agregó: El Imam Reza (p) en sus debates permitía primero que la contraparte eligiera el tema a discutir y luego, mediante preguntas precisas y respuestas fundamentadas, explicaba las verdades.
Libertad de expresión en los debates del Imam Reza (p)
Rahimpour Azghadi, al referirse al ambiente libre en los debates del Imam Reza (p), afirmó: Él permitía a sus opositores plantear sus preguntas y objeciones sin ningún temor y en completa seguridad.
Subrayó: El Imam Reza (p) nunca buscó humillar o desacreditar a sus opositores, sino que su objetivo era explicar la verdad y guiar a las personas.
Crítica a los métodos erróneos de debate en la sociedad actual
El miembro del Consejo Superior de la Revolución Cultural, criticó los métodos incorrectos de debate en la sociedad actual y dijo: Numerosas personas, en lugar de argumentar lógicamente, usan falacias, distorsión y en lugar de escuchar y entender las opiniones contrarias, solo repiten sus puntos de vista, con estos métodos no solo no se llega a un resultado, sino que se incrementan las tensiones y diferencias en la sociedad.
Rahimpour Azghadi, al enfatizar la importancia de la ética y la lógica en los diálogos religiosos y políticos, dijo: El diálogo debe hacerse con el objetivo de explicar la verdad y alcanzar el entendimiento, no para humillar o destruir al otro.
Añadió: El Imam Reza (p) siempre trataba a sus opositores con respeto y cortesía e incluso en casos donde el otro llegaba a un callejón sin salida, le ayudaba a salir de esa situación.
La conducta del Imam Reza (p) en el debate, un modelo racional y ético para el mundo de hoy
El Imam Reza (p), maestro de ética, lógica y libertad
Rahimpour Azghadi, consideró al Imam Reza (p) como maestro de ética, lógica y libertad y enfatizó: La conducta de ese Imam en los debates puede ser un modelo para los diálogos religiosos y políticos en la sociedad actual, siguiendo los métodos del Imam Reza (p) se puede lograr diálogos constructivos y efectivos que ayuden a explicar la verdad y reducir las tensiones en la sociedad.
Con la afirmación de que una de las carencias culturales en nuestra era contemporánea es la habilidad de escuchar, dijo: En la sociedad actual, numerosas personas solo escuchan para responder, no para entender. A menudo ni siquiera escuchamos las opiniones contrarias y menos aún las analizamos y respondemos sabiamente. El arte de escuchar y comprender al otro debe ser reestablecido.
Continuó: Quien no escucha bien, aunque diga la verdad, no puede tener éxito en un diálogo. En numerosos debates, la parte que sabe estimular las emociones y jugar con el lenguaje, aunque sin lógica, parece ganar. Esta situación es peligrosa, porque la gente oye una cosa y entiende otra.
¿Debate o guerra psicológica?
El miembro del Consejo Superior de la Revolución Cultural, criticó el ambiente de los debates en los medios y espacios públicos y dijo: La mayoría de los debates que se realizan hoy en día no son positivos. Muchos de ellos, se han convertido en guerra psicológica. En lugar de un diálogo fundamentado, el oponente ocupa la mente del público con trucos lingüísticos, burlas, humillaciones y distorsiones. En este ambiente, la verdad es sacrificada.
Señaló un incidente conocido: Alguien quiso dibujar la forma de una serpiente en el suelo, pero la gente interpretó otra cosa. Este hecho, muestra cómo se puede engañar a la mayoría con juegos de palabras y gestos. Con facilidad, se crea un ambiente confuso y emocional, es decir, se puede tergiversar la verdad.
La negociación es buena, pero no con humillación ni ignorancia
Rahimpour Azghadi, al referirse a algunos de los desafíos políticos actuales, continuó: ¿Es bueno o malo negociar? ¿Con qué objetivo y con qué habilidad se negocia? A veces, algunos individuos sin conocimiento ni poder lógico entran en negociaciones con un enemigo salvaje, arrogante y engañoso. Este hecho, no es negociación, sino es humillación.
Enfatizó: Si una persona educada, digna y de principios negocia, puede salir victoriosa, con honor. Pero si su actitud es temerosa, ignorante de los modus operandis sobre determinado tema y, además, es timado, solo se convierte en instrumento del enemigo.
Al referirse al modelo de diálogo islámico desde la perspectiva de Ahl ul-Bayt (p), afirmó: El Imam Reza (p) decía: Si el debate es para descubrir la verdad, es una adoración. Él debatía en la época del califa abasí Ma’mún con teólogos, eruditos de religiones y diferentes sectas, cristianos y judíos, sin insultos ni humillaciones. Su objetivo no era la victoria personal, sino la iluminación pública y la guía del público.
Rahimpour Azghadi, refiriéndose a sus experiencias personales en debates internacionales, dijo: He debatido con personas de varios países que ni siquiera eran musulmanes, pero memorizaban el Corán y estudiaban con precisión las escuelas islámicas. Algunos de ellos, eran especialistas en falacias. No concurrían por comprensión o justicia, sino más bien, para humillar y dominar intelectualmente.
Añadió: En numerosos debates globales, he observado que el oponente es inteligente, astuto, pero poco ético. En una sesión, cuando vio que su argumento no tenía respuesta, abandonó la reunión.
El debate debe estar enfocado en la educación y la verdad
Rahimpour Azghadi enfatizó: El debate es un campo de verdad, no un escenario para el exhibicionismo o guerras de orgullo. Si el objetivo del debate es demostrar superioridad personal, no solo no es adoración, sino un peligroso caos. Pero si se realiza con la intención de explicar y descubrir la verdad, el debate será sagrado y orientado a la educación.
Con una advertencia sobre las consecuencias de eliminar el diálogo objetivo en la sociedad, añadió: Si no se institucionaliza en la cultura pública un debate libre, honesto y fundamentado, la sociedad gradualmente caerá en el autoritarismo mediático y el engaño psicológico. Los estudiantes y seminaristas deben ser activos en este campo, no con slogans, sino apoyándose en el conocimiento, el raciocinio, ética y habilidades comunicativas.
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