¿Es aceptable la hospitalidad sin el consentimiento de la esposa?

Hawzah/ En ocasiones, se practica la hospitalidad sin considerar el consentimiento de la mujer del hogar, cuando, según la sharia, ella no está obligada a servir y el trabajo doméstico debe realizarse por su propia voluntad. Imponerle cargas con el pretexto de mantener "la puerta abierta" y atender invitados puede ser una forma de injusticia. Una hospitalidad que causa sufrimiento a otro ser humano se aleja de su verdadera esencia.

Según un informe de la Agencia de Noticias Hawzah, el mártir profesor Motahhari abordó este tema en una de sus obras, la cual presentamos a nuestros distinguidos lectores.

"Algunos de nosotros tenemos —o nos atribuimos— una cualidad a la que llamamos 'hospitalidad'

y decimos: '¡Somos hombres, y la puerta de nuestra casa está abierta! Siempre llega un invitado y se va otro.

Hay invitados para el almuerzo y la cena, e incluso invita a pasar la noche en su casa.

Esto, en sí mismo, es bueno, pero por otro lado, no consideramos algo:

Puede ser que estemos imponiendo presiones y cargas a esa mujer que está en nuestro hogar —a quien, religiosamente, no tenemos derecho a ordenarle, pues es libre y tiene la potestad de trabajar en nuestra casa solo si así lo desea—.

Y a esto le llamamos 'hospitalidad'

y decimos: '¡Nuestra puerta está abierta, somos hospitalarios!'.

Una hospitalidad que implica injusticia hacia otro ser humano no es hospitalidad.

—El ser humano perfecto, p. 263

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