domingo 28 septiembre 2025 - 21:24
El mártir Sayyed Hassan Nasrallah mostró la “responsabilidad social” del sabio religioso

Hawzah/ El Centro de Administración del Seminario declaró que el mártir Sayyed Nasrallah fue un “clérigo de campo” que llevó adelante la “lucha contra la arrogancia” en confrontación directa con el enemigo y formó discípulos a su semejanza.

Según informó la Agencia de Noticias Hawzah, el Centro de Administración del Seminario emitió un comunicado con motivo del primer aniversario del martirio del señor de los mártires de la resistencia, Sayyed Hassan Nasrallah.

El texto del comunicado es el siguiente:

En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso

“Ciertamente, Dios ha comprado a los creyentes sus vidas y sus bienes a cambio del Paraíso. Combaten en el camino de Dios, matan y son matados. Es una promesa verdadera contraída en la Torá, el Evangelio y el Corán. ¿Y quién cumple mejor su pacto que Dios? Alegraos, pues, por el pacto que habéis sellado. Este es el éxito supremo.”

(Sura at-Tawbah, 9:111)

Ha llegado el primer aniversario del martirio de un hombre excepcional: un héroe, un combatiente incansable y un líder de profunda visión. Nos encontramos de luto por un erudito eminente, egresado de la escuela de la Revolución Islámica, que fue y seguirá siendo el adorno de esa escuela y de sus guías, el Imam Jomeini (QEPD) y el Imam Jamenei (que Dios prolongue su vida).

Este sabio combatiente, como expresó su líder en la oración del viernes de la Victoria, era portador de una “lengua elocuente”; y su elocuencia no se manifestó en palabras, sino en hechos. Allí donde los padres y madres de los mártires, así como los jóvenes heridos en la guerra, en lugar de necesitar consuelo se convirtieron en consuelo para otros, vimos los frutos de su prédica eficaz y de su guía profunda. Ese éxito tiene sus raíces en un método educativo cuyo objetivo fue la “transmisión clara del mensaje”, cuya insistencia estuvo en la “formación yihadista” y cuya perspectiva trascendía las fronteras geográficas, orientándose hacia la “construcción de la civilización islámica”.

Sayyed Hassan Nasrallah fue el símbolo pleno del “combatiente en el camino de Dios”, al que se hace referencia en la declaración del centenario de los seminarios islámicos. Con “racionalidad y sabiduría” y con “innovación en los métodos”, organizó la “defensa de la Umma islámica” y mostró al mundo la “responsabilidad social” de un sabio religioso. Fue un “clérigo de campo” que llevó la “lucha contra la arrogancia” a un enfrentamiento directo con el enemigo y formó discípulos semejantes a sí mismo.

Hoy, en el aniversario de la partida de esta esencia pura de la escuela de la Revolución, no hay mejor oportunidad para que los estudiantes y los investigadores vuelvan a la declaración del centenario de los seminarios y a la escuela “creadora de líderes como Sayyed”, y se esfuercen cada vez más en su realización. Así, podrán allanar el camino para la aparición de sabios “pioneros en los ámbitos científicos y prácticos”, estandartes de la “lucha contra la arrogancia” y portadores de la luz en la senda de la “espera de la redención”.

Si Dios quiere.

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