Según el informe del Grupo de Traducción de la Agencia de Noticias Hawzah, la Asamblea de Clérigos Musulmanes del Líbano, en su sesión periódica, indicó: "El enemigo sionista persiste en sus agresiones y ha llegado al extremo de intentar asesinar a los líderes de Hamás responsables de dirigir las negociaciones, mientras estos debatían el plan de Trump que les fue presentado en un país que mantiene relaciones semi-normalizadas con el enemigo sionista, ignorando así todas las bases diplomáticas y legales que protegen a las delegaciones negociadoras".

Esta Asamblea enfatizó que "este ataque estaba completamente coordinado con los Estados Unidos de América", hecho que fue evidente en una declaración donde el enemigo sionista anunció que había informado de esta operación a ellos y recibido su aprobación. Sin embargo, Benjamin Netanyahu, el primer ministro del enemigo, declaró que esto era algo que había hecho por su cuenta, sin coordinación con Estados Unidos, y que asumía toda la responsabilidad. "Esto podría deberse al fracaso de la operación de asesinato de los líderes de Hamás. No obstante, el asunto no debe quedar sin consecuencias".

La Asamblea de Clérigos manifestó: "El gobierno de Qatar debe, en primer lugar, tomar medidas oficiales para cortar relaciones con el régimen sionista. Argelia y Pakistán hicieron bien al solicitar al Consejo de Seguridad de la ONU que convoque una sesión de emergencia para examinar los ataques del enemigo sionista contra Doha".

La Asamblea subrayó que "esta operación confirma que Benjamin Netanyahu no quiere poner fin a la guerra de Gaza, no se preocupa por la vida de los sionistas secuestrados y prioriza su permanencia en el poder por encima de todo, incluso si ello pone en riesgo el futuro de su país y de los sionistas".

La Asamblea de Clérigos Libaneses añadió: "Esto fue confirmado por el periódico hebreo Haaretz, que escribió que Netanyahu apostó por el ataque en Qatar para salvarse en el futuro, pero que esta acción aumentó el peligro para los secuestrados".

La Asamblea de Clérigos declaró: "Gracias a Dios, la Resistencia en el campo de batalla está preparada y ya ha hecho probar la amargura de la derrota al enemigo sionista con su heroica operación cerca del asentamiento de Ramot, que resultó en la muerte de siete sionistas, incluido un rabino, y heridas a otros siete, así como con los drones procedentes de Yemen que alcanzaron aeropuertos del régimen sionista, causando daños humanos y materiales en el aeropuerto de Ramot".