El secreto para distinguir al creyente del hipócrita en la Sabiduría 45 del Nahy al-Balagha

Hawzah /En la Sabiduría 45 del Nahy al-Balagha, el amor hacia Alí (la paz sea con él) se presenta como el criterio del verdadero creyente, diferenciando a éste del hipócrita.

Según informa la Agencia de Noticias Hawzah, el Príncipe de los Creyentes, el Imam Alí (la paz sea con él), en el Nahy al-Balagha, expone algunas consideraciones sobre «El amor hacia Alí como medida de la fe», que se presentan a continuación:

Sabiduría 45:

«Si golpeara con esta espada el rostro de un creyente para que me odiara, no me odiaría; y si vertiera todo el mundo con todas sus riquezas en manos de un hipócrita para que me amara, no me amaría. Pues ello ya fue decretado y pronunciado en lengua del Profeta iletrado (la paz y bendiciones de Dios sean con él y su familia), cuando dijo:

“¡Oh Alí! Ningún creyente te odiará y ningún hipócrita te amará.”»

Explicación:

Mis verdaderos amigos y enemigos

El Imam (la paz sea con él), en esta sentencia llena de sabiduría, señala una verdad profunda que se ha reflejado a lo largo de toda su vida. Dice: «Si con mi espada hiriera el rostro de un creyente, aun así no me odiaría; y si derramara sobre un hipócrita todas las riquezas del mundo para que me amara, no lo haría».

Después se apoya en las palabras del Profeta del Islam (la paz sea con él y su familia): «Esto se debe a que ya fue decretado y proclamado en labios del Profeta iletrado que dijo: ¡Oh Alí! Ningún creyente te odiará y ningún hipócrita te amará.»

La expresión «fue decretado y pronunciado en lengua del Profeta» alude a que esta realidad —el que los creyentes nunca odiarán a Alí y los hipócritas nunca lo amarán— primero fue establecida en la ciencia divina y luego transmitida por el Mensajero de Dios (la paz sea con él y su familia).

De este noble hadiz se desprende que la persona del Imam Alí ibn Abi Tálib (la paz sea con él), con su sublime conocimiento y virtudes, se convirtió en el criterio para distinguir al creyente del hipócrita. Los creyentes, que veían reflejadas sus propias cualidades en las de aquel noble, lo amaban por afinidad espiritual, doctrinal y moral. En cambio, los hipócritas, al hallarse en contradicción con sus enseñanzas y valores, alimentaban hacia él odio y rencor.

Resulta asombroso constatar que los grandes sabios de Ahl al-Sunna han transmitido este hadiz en sus fuentes más reconocidas y, sin embargo, en la práctica, han preferido a otros por encima de Alí (la paz sea con él).

Cuando el Imam dice: «Si golpeara con la espada el rostro del creyente (khayshum: parte superior de la nariz, cuya lesión equivale a cortar la nariz entera), no me odiaría», lo explica en el sentido de que el creyente tiene la certeza de que ello respondería a una sabiduría superior. En cuanto a los hipócritas, añade: «Aunque vertiera sobre ellos todas las riquezas del mundo, no me amarían», pues su odio y fanatismo son tan profundos que ni siquiera la mayor generosidad lograría apartarlos de su desvío.

El Imam cita al Profeta (la paz sea con él y su familia) porque todos aceptaban que su palabra constituía la última autoridad. Y este dicho no es mera alegoría, sino una realidad comprobada en episodios históricos, como en el caso del hombre etíope castigado por robo, que pese al castigo impuesto por Alí (la paz sea con él), lo consideraba “el mejor de los hombres”; o en el episodio del propio asesino del Imam, Ibn Muljam, cuya confesión confirmó la predicción del Imam sobre su destino.

Numerosos hadices de Ahl al-Sunna y de los shiítas recogen esta enseñanza, como el de Abu Sa‘id al-Judri: «Reconocíamos a los hipócritas por su odio hacia Alí ibn Abi Tálib.» (al-Baladhurí, Ansab al-Ashraf; al-Tirmidhi, Sunan). Incluso Ibn Abi al-Hadid refiere que los muhaddithun (tradicionistas) estaban de acuerdo en la autenticidad del dicho del Profeta: «No te odiará sino un hipócrita, y no te amará sino un creyente.»

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