Del castigo al perdón, ¿cuál camino conduce a la felicidad?

Hawzah/La sabiduría 11 del Nahj al-Balagha, es una joya valiosa de las enseñanzas del Imam Ali (paz sea con él) que presenta el perdón y la indulgencia como agradecimiento por el poder sobre el enemigo. Esta sabiduría es una solución para terminar el ciclo de violencia y crear paz y tranquilidad en la sociedad.

Según la Agencia de Noticias Hawzah, el Príncipe de los creyentes Imam Ali (paz sea con él) en Nahj al-Balagha expone algunos puntos sobre el perdón y la indulgencia a pesar del poder, que se presentan a ustedes, estudiosos.

Sabiduría 11: «Cuando tengas poder sobre tu enemigo, que el perdón hacia él sea una forma de agradecer el poder sobre él.»

Interpretación: Cuando domines a tu enemigo, convierte el perdón en agradecimiento por esa capacidad.

Explicación: Agradecer el poder. Sabemos que toda bendición tiene un agradecimiento, y si se realiza, la bendición permanece y aumenta; si no se realiza, la bendición corre riesgo y puede disminuir o desaparecer.

Está claro que el agradecimiento no es solo verbal, sino que debe expresarse con actos adecuados. A quien Dios le ha dado riquezas, debe compartir con otros, y quien ha recibido un estatus (posición) debe usarlo para resolver problemas de los necesitados.

En cuanto a la victoria sobre el enemigo, el mejor agradecimiento es el perdón y la indulgencia, como aquí dice el Imam: «Cuando tengas poder sobre tu enemigo, que el perdón sea agradecimiento por esa capacidad.»

El perdón y la indulgencia son la conducta de los nobles, mientras que la venganza es propia de los mezquinos.

En la historia del Profeta del islam (la paz sea con él y su familia) y los Imames de Ahl ul Bayt (la paz sea con ellos) se ven numerosos ejemplos de estos hechos. Durante la conquista de La Meca, cuando el Profeta (paz sea con él y su familia) venció a los enemigos que le habían causado mucho dolor, matado y mutilado a sus compañeros, pronunció la frase histórica: «¡Id, sois libres!» (1) y perdonó a todos los criminales, la consigna: «Hoy es día de misericordia», resonó en La Meca.

Las recomendaciones del Imam Ali (paz sea con él) respecto a su asesino ‘Abd al-Rahman ibn Muljam son un ejemplo de su noble perdón. También en la batalla de Siffin, después de que sus seguidores tomaron el control del río Éufrates, no permitió que se interrumpiera el uso del agua como venganza, sino que la liberó para todos. Lo mismo respecto a sus hijos y los Imames infalibles.

Además, transformar la venganza en perdón tiene un gran efecto social, pues la venganza se incrementa en forma exponencial, causando asesinatos continuos y desestabilización social, impidiendo la paz. El perdón termina con la violencia y genera tranquilidad social. Así que el perdón no solo es una virtud ética importante, sino una gestión social valiosa.

Por ello, en un Hadiz del Mensajero de Dios (paz sea con él y su familia) se dice: «¿No os diré quiénes son los mejores de las criaturas en este mundo y el otro? Quien perdona al que te ha hecho daño, quien mantiene lazos con quien la ha interrumpido, quien es bueno con quien te ha hecho mal y quien da a quien te ha privado». (2)

En un Hadiz del Imam Ali (paz sea con él) en Ghurar al-Hikam se dice: «El perdón es la corona de las nobles virtudes». (3)

En otro Hadiz del Profeta (paz sea con él y su familia) leemos: «Perdonaos unos a otros para que las enemistades desaparezcan». (4)

El Noble Corán también ordena a los creyentes: «Y perdonen y pasen por alto. ¿No os gustaría que Alah os perdone? Y Alah es Perdonador, Misericordioso.» (5)

Entre los efectos y bendiciones importantes del perdón hacia enemigos y pecadores está que muchas veces cambian repentinamente y su enemistad se convierte en una amistad sincera, la historia registra numerosos ejemplos.

Este mandato tiene una excepción importante: cuando el enemigo interpreta el perdón como debilidad o esto lo incita a continuar la enemistad, el perdón es incorrecto y es como compadecer a un león feroz. En tales casos nadie considera el perdón una virtud, sino una falta de sabiduría y aceptación de continuar la violencia.

Por esta razón, en la aplicación de las leyes islámicas el juez puede perdonar cuando se manifiestan señales claras de arrepentimiento y reforma en el culpable. (6)

Notas:

(1) Al-Kafi, vol. 3, pág. 512, hadiz 2.

(2) Al-Kafi, vol. 2, pág. 107, hadiz 1.

(3) Ghurar al-Hikam, pág. 245, hadiz 5001.

(4) Kanz al-Ummal, vol. 3, pág. 373, hadiz 7004.

(5) An-Nur, versículo 22.

(6) Fuente del dicho sabio: entre quienes transmitieron esta sabia frase antes de Sayyid Razi está Abu Uthman Jahiz, que recopiló cien frases del Imam y esta es una de ellas. Raghib Isfahani en su libro “Muhadharat” la cita con diferencias que indican otra fuente y otros grupos la citaron posteriormente con diferencias que indican múltiples fuentes. (Masadir Nahj al-Balagha, vol. 4, pág. 13 resumido). También, en “Tamm Nahj al-Balagha” se indica que esta frase es parte de una carta del Imam (paz sea con él) a su hijo Imam Hasan (paz sea con él), que está en la sección de cartas, carta 31 en Nahj al-Balagha, aunque Sayyid Razi no la incluyó ni algunas otras frases en esa carta. (Tamm Nahj al-Balagha, pág. 976).

Fuente: Libro “Mensaje del Imam Príncipe de los creyentes (paz sea con él)”, explicación nueva y completa de Nahj al-Balagha

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