Según informa la Agencia de Noticias Hawzah, el Ayatolá Yavadi Amoli, en su clase de ética de este miércoles celebrada en la Mezquita Al-Azam de Qom con la presencia de diversos sectores del pueblo, citando la sabiduría 147 de Nahj al-Balagha, expresó: En esta enseñanza, el Imam Ali (P) dirigió a Kumayl bin Ziyad consejos luminosos y principios generales racionales y éticos. Si solo estas palabras existieran en Nahj al-Balagha, serían suficientes para demostrar la luminosidad, la guía y el impacto de este noble libro.
Subrayando el papel de la razón para discernir el camino correcto, añadió: El Comandante de los Fieles, Ali (P), explicó en estos sermones, con argumentos racionales, que el ser humano es un viajero que necesita tanto una ruta como un guía para alcanzar su destino. Un destino que puede ser dulce o amargo, y su elección depende del caminante, pues el final de cada persona es el resultado de su vida mundana. Ninguna intención, esfuerzo u obra se pierde: "Si tu carga es de espinas, tú mismo la cosechaste; y si es de seda, tú mismo la tejiste". Quien vive en la ignorancia teórica o práctica lleva una carga de espinas. El ser humano debe vivir con razón y conocimiento.
Afirmó: Si el hombre descarta la razón, sus juicios serán erróneos y su vida se basará en ilusiones y fantasías. En el Corán, tal persona es llamada "mujtál" (arrogante), y quien vive según sus imaginaciones y no según la razón no es amado por Dios: "Ciertamente, Dios no ama a ningún arrogante jactancioso" (Corán, 31:18). Por tanto, el camino del ser humano puede ser ignorante, desviado y condenado al extravío; o puede vivir con conocimiento, salvándose aunque no alcance la meta final; o, en el tercer caso, vivir en transformación constante, es decir, con conocimiento, razón y acción, estableciendo con Dios una relación de amor mutuo: "Él los ama y ellos Lo aman" (Corán, 5:54). La elección está en manos del ser humano.
En otra parte de su clase, el Ayatolá Yavadi Amoli destacó el concepto de hímina (autoridad imponente) en la sociedad islámica: La hímina de la umma no es arrogancia, sino una grandeza y poder que disuade la agresión enemiga. Si una sociedad piensa según el Corán, debe mostrarse con dignidad y fortaleza, no con debilidad e indecisión.
Refiriéndose a los versos finales de la sura At-Tawba, señaló: Dios dice en el Corán: "¡Oh, creyentes! Combatan contra aquellos incrédulos que tengan cerca y que encuentren en ustedes dureza" (Corán, 9:123). Los enemigos deben temeros. Esto es un mandato inevitable, no opcional. La umma islámica debe ser tan poderosa que el enemigo no se atreva a atacarla. Deben percibir en ustedes valentía y firmeza.
Añadió: El poder disuasivo depende de la hímina y de una estructura sólida al interior de la sociedad. No debe haber corrupción ni desorden en la comunidad islámica. El Corán no es solo para las noches benditas; es un libro vivo que debe fluir en la vida de la umma.
Resaltando la importancia de la historia y la civilización islámica de Irán, afirmó: El pueblo iraní es grande y de noble linaje. En cada rincón de Irán se ven huellas de ciencia y civilización. Grandes eruditos, exégetas del Corán y autores de los Cuatro Libros surgieron de esta tierra. Hoy, nuestro país es el abanderado de la causa de Ahlul Bait en el mundo. Debemos reconocer nuestra grandeza y no venderla a bajo precio.
Finalmente, declaró: El Corán da vida a la sociedad, y debemos vivir conforme a él. Una sociedad donde el Corán sea el fundamento y sus versículos vitales sean comprendidos y practicados correctamente, será una sociedad viva.
Su comentario