El veto: un gran obstáculo para la paz y la seguridad global

Hawzah/ El Consejo de Seguridad de la ONU, debido al veto de Estados Unidos y otras potencias, ha fracasado en prevenir agresiones internacionales, poniendo en duda la justicia global. Activistas de derechos humanos y élites mundiales exigen la eliminación del veto, la creación de una moneda global única y una ONU basada en la justicia para acabar con la discriminación y garantizar una paz duradera.

Según la agencia Hawzah, Hassan Tayeb, estudiante de doctorado e investigador, escribió un artículo sobre la ONU y el veto:

Tras la Segunda Guerra Mundial, varios países vencedores, liderados por EE.UU., se reunieron bajo el pretexto de garantizar la paz y seguridad global. Redactaron la Carta de la ONU e invitaron a otros países a unirse. En ese momento, tras la guerra, los Estados y naciones, debido a ciertos privilegios de esta carta, no tuvieron más opción que aceptar este documento discriminatorio (por conceder el derecho de veto a los vencedores de la guerra).

El preámbulo de la Carta declara: "Nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas, resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra [...] y a reafirmar los derechos fundamentales del hombre [...] hemos decidido aunar nuestros esfuerzos para realizar estos designios."

Además, el Artículo 1 establece los propósitos de la ONU: mantener la paz y seguridad internacional, fomentar relaciones amistosas y lograr la cooperación internacional. Los países, esperanzados en estos nobles objetivos, se unieron a la ONU para evitar guerras donde los civiles eran las principales víctimas.

Sin embargo, el veto otorgado a cinco potencias contradice la esencia de la Carta, especialmente el principio de no discriminación (Artículo 1, párrafo 3). Este privilegio ha dividido a las naciones, generando desigualdad.

Además, la dependencia del dólar estadounidense ha intensificado la subordinación económica global, otra forma de discriminación contraria a la Carta. Debería existir una moneda única bajo supervisión de la ONU u otro organismo internacional para garantizar justicia económica.

Según el Artículo 24, el Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad primaria de mantener la paz, actuando en beneficio de todos los pueblos. No obstante, el veto ha permitido que intereses egoístas y ambiciones de dominio prevalezcan, facilitando agresiones impulsadas por EE.UU. y otras potencias. Así, la Carta ha sido instrumentalizada por países opresores.

Aunque el Artículo 24 (párrafo 3) solo obliga al Consejo a presentar informes anuales a la Asamblea General, esta puede alertar sobre amenazas a la paz. Su inacción en este deber mancha su historial.

Un ejemplo es Gaza, donde el Consejo, bloqueado por el veto de EE.UU., no pudo detener crímenes atroces. Esto evidencia el abuso del veto, cuyo propósito original era asegurar la paz.

Irán también ha sufrido agresiones, como la guerra impuesta por Saddam (respaldado por EE.UU.) y los recientes crímenes del régimen sionista, con la complicidad de EE.UU. y la inutilidad de la ONU. En 80 años, el veto ha obstaculizado repetidamente el cumplimiento del Consejo de Seguridad.

Pese a los Artículos 108 y 109 (Capítulo XVIII), que permiten enmiendas a la Carta, reformarla es casi imposible. Las naciones deben actuar antes de que otra guerra destruya la ONU (como la Sociedad de Naciones), ya sea reformándola o creando una nueva organización justa, sin veto y con moneda única.

El poder militar, económico y cultural son pilares de la seguridad nacional, pero potencias como EE.UU. los usan para dominar, violando los principios de la ONU.

Estas acciones unilaterales reflejan el declive de la ONU, que nació para reemplazar a la Sociedad de Naciones y traer paz. Antes de que las "armas de destrucción masiva" reemplacen la "razón colectiva", debe surgir un "movimiento global", no un "mundo nuclear".

¡Pueblos del mundo, amantes de la libertad y gobiernos benevolentes!

Es hora de que la "voluntad y unidad" de las naciones supere el uso de armas nucleares y masacres.

Es hora de una moneda única global con participación equitativa.

Es hora de eliminar el veto del Consejo de Seguridad.

Es hora de transformar la "ONU estadounidense-israelí" en una "ONU justa".

Líderes árabes y regionales: Despertemos. Las promesas falsas de EE.UU. e Israel son espejismos. Nuestra fuerza está en la unidad. ¿No es hora de aprender de Siria, Libia...? La guerra contra el Islam se intensifica.

Hermanos musulmanes: Hoy debe formarse una "coalición islámica" contra Israel para prevenir más agresiones.

Gobiernos, pueblos, élites, estudiantes y políticos comprometidos con los derechos humanos deben redoblar esfuerzos.

Propuestas para cambiar esta situación:

Eliminar el veto (sin privilegios para potencias).

Establecer una moneda única bajo una institución internacional.

Fortalecer la supervisión de la Asamblea General sobre el Consejo de Seguridad (Artículo 24, párrafo 3).

Crear un "Consejo de Religiones Monoteístas" para supervisar la ONU.

Rotar la sede de la ONU entre continentes para evitar influencias indebidas.

Formar una "coalición global por la justicia" contra las agresiones de EE.UU. e Israel.

Establecer una "coalición islámica" contra el régimen sionista.

Hoy, Palestina y Gaza son el nuevo Karbala. Todos los conscientes y musulmanes deben defender a los oprimidos.

Última sugerencia: Traducir y difundir este manifiesto en múltiples idiomas, colocarlo en mezquitas, iglesias y durante la marcha de Arba’in, para exponer los crímenes cometidos bajo el veto injusto.

نَصْرٌ مِنَ اللَّهِ وَ فَتْحٌ قَرِیبٌ

"La ayuda de Dios y una victoria próxima."

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