jueves 4 diciembre 2025 - 20:20
Un Amigo Sabio desde la Perspectiva del Gran Ayatollah Javadi Amoli

El Gran Ayatollah Abdullah Javadi Amoli enfatizó la importancia de elegir compañeros que posean intelecto, integridad y un carácter moral sólido, señalando que, aunque la cordialidad general con todos los musulmanes es encomiable, la verdadera amistad requiere discernimiento.

Agencia de Noticias Hawzah - En una reflexión sobre las cualidades de un “amigo sabio”, el destacado erudito explicó que la compañía moldea el carácter, la conducta y la orientación espiritual de una persona. Por esta razón —dijo— uno debe elegir amigos que posean comprensión y un juicio acertado.

Citando el principio: “Y cuídate de la compañía de aquel cuya opinión te influirá”, el Ayatollah Javadi Amoli afirmó que, ya sea un estudiante de seminario o de universidad, la regla es la misma: un amigo debe ser sabio, perspicaz y moralmente íntegro. Subrayó que una persona no tiene derecho a establecer amistades cercanas con quienes carecen de inteligencia, entendimiento, memoria o estabilidad emocional. Tales individuos —advirtió— pueden conducir a la confusión, la indiferencia o la debilidad espiritual.

Añadió que la bondad general siempre es alentada en el Islam, y que los musulmanes deben mantener interacciones cordiales entre sí. Sin embargo, cuando se trata de una compañía íntima —aquella que influye en decisiones, creencias y actitudes— la persona debe actuar con cuidado y discreción. Un verdadero amigo debe elevar el carácter de uno, no disminuirlo.

Aludiendo a otro principio: “Y cuídate de la compañía de aquel cuya opinión es falsa y cuyas acciones desmiente”, el Ayatollah Javadi Amoli destacó que no hay beneficio alguno en hacerse amigo de alguien cuyo conocimiento es deficiente, cuyas capacidades son limitadas o cuyas obras son corruptas. Una persona así —dijo— no puede ser fuente de guía, estabilidad ni fortaleza moral.

Concluyó con la conocida máxima: “En verdad, un compañero es conocido por su compañero”. El carácter, los valores y el estado interior de una persona se vuelven evidentes a través de la compañía que mantiene. Por esta razón, seleccionar amigos sabios, rectos y discernidos no es simplemente una preferencia social, sino una necesidad espiritual.

El Ayatollah Javadi Amoli subrayó que la buena compañía fortalece la fe, agudiza el intelecto y refuerza la determinación, mientras que los compañeros nocivos suelen llevar al declive moral y a la confusión. Así, aconsejó a los creyentes —especialmente a los jóvenes eruditos y estudiantes— construir su vida social y espiritual sobre la base de la sabiduría, la virtud y la amistad recta.

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