sábado 15 noviembre 2025 - 05:46
Historia de las Mujeres 8 | La única religión que elevó la personalidad de la mujer a su verdadera posición

En la sociedad árabe anterior al Islam, la posición de las mujeres era una mezcla de comportamientos propios de pueblos civilizados y pueblos salvajes. Las mujeres, por lo general, no eran independientes en sus derechos ni en los asuntos sociales; sin embargo, algunas hijas de la nobleza tenían derecho a elegir en el matrimonio. La privación y la injusticia hacia las mujeres provenían del dominio y la imposición de los hombres, no de un respeto o consideración real.

Según el informe de la Agencia de Noticias Hawzah, el fallecido Allameh Tabatabai, autor del gran tafsir Al-Mizan, en la interpretación de una parte de los versículos 242-228 de Surat Al-Baqara, aborda el tema de “los derechos, la personalidad y la posición social de la mujer desde la perspectiva del Islam y otras naciones y religiones”, el cual se presenta a ustedes, estimados lectores.

Sección octava:

Resultados obtenidos de lo mencionado

A partir de todo lo que hemos señalado, pueden extraerse varios resultados:

Primero:

La humanidad de aquella época tenía dos formas de pensar sobre la mujer:

Un grupo consideraba que la mujer era un ser humano al nivel de los animales mudos.

Otros la veían como un ser humano inferior y débil en su humanidad, de modo que los hombres —los seres humanos completos— no se sentían a salvo del mal y la corrupción de las mujeres si estas quedaban en libertad.

Por esta razón, siempre debía permanecer bajo la obediencia de los hombres, y ellos no debían permitir que las mujeres obtuvieran libertad e independencia en sus vidas.

La primera visión era propia de los pueblos salvajes, mientras que la segunda correspondía a los pueblos considerados civilizados en aquel tiempo.

Segundo:

Antes del Islam, la humanidad también tenía dos puntos de vista respecto a la posición social de la mujer:

Primera teoría:

Algunas sociedades no consideraban a la mujer como parte de los miembros del conjunto social humano. Creían que la mujer no formaba parte del cuerpo social compuesto por individuos, sino que era una condición necesaria para la vida humana, como una casa a la que se necesita tener y acudir.

Segunda teoría:

Otros creían que la mujer era como una cautiva reducida a esclavitud, perteneciente al grupo dominante. La sociedad que la había capturado se beneficiaba de su trabajo y, al mismo tiempo, la impedía causar daño.

Tercero:

La privación de la mujer en estas sociedades era absoluta. La consideraban excluida de todos los derechos de los que podría beneficiarse, excepto en aquellos casos en los que su beneficio revertía realmente en los hombres, quienes eran sus guardianes.

Cuarto:

La base del comportamiento de los hombres hacia las mujeres se fundaba en la dominación del fuerte sobre el débil.

En otras palabras, cualquier trato con las mujeres se hacía bajo un instinto de explotación y utilización. Este era el método de las naciones no civilizadas.

Las naciones civilizadas, además de todo lo anterior, también creían que la mujer era un ser débil por naturaleza, incapaz de ser independiente en sus asuntos, y un ser peligroso cuyo mal y corrupción no podían considerarse inexistentes. Es posible que esta mentalidad, por la mezcla de pueblos y épocas, hubiera influido mutuamente entre ellos.

La transformación que el Islam produjo respecto a la mujer

Esto basta para que los investigadores comprendan cuál era la visión de la humanidad respecto a la mujer antes del Islam.

No es necesario que los historiadores dediquen capítulos especiales o libros independientes para recopilar estadísticas sobre las creencias de naciones y pueblos acerca de las mujeres, porque las características espirituales y rasgos esenciales de cada nación se reflejan en su lengua y sus costumbres.

En ninguna historia o texto antiguo encontrarás algo que indique respeto o consideración por la posición de la mujer; salvo pequeñas menciones en la Torá y en las exhortaciones de Jesús hijo de María (La paz sea con él), en las que se recomienda tratar a las mujeres con bondad y facilitarles las cosas.

Pero el Islam —la religión para cuya instauración fue revelado el Corán— presentó una visión completamente nueva sobre la mujer, una visión que la humanidad no había conocido desde que apareció sobre la tierra hasta ese momento.

El Islam, con esta visión, se enfrentó a la totalidad del mundo y presentó a la mujer tal como es y conforme a la naturaleza sobre la que fue creada.

Una naturaleza que había sido destruida por la humanidad y cuyas huellas habían sido borradas.

El Islam invalidó las creencias y opiniones que la gente tenía sobre las mujeres, así como las conductas que practicaban contra ellas, y trazó una línea definitiva sobre todas ellas.

Fuente: Traducción del Tafsir Al-Mizan, vol. 2, p. 406

Continuará…

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