¿Es el Día del Juicio el final de la obra de Dios?

Hawzah — Según las fuentes narrativas islámicas, la creación divina continúa eternamente en mundos más allá de este universo material. Un experto en cuestiones teológicas, basándose en un hadiz del Imam Baqir (a.s.), afirma que “miles de mundos y miles de humanidades han surgido a lo largo de las diferentes etapas de la creación”.

De acuerdo con la Agencia de Noticias Hawzah, en una época en la que la complejidad intelectual y las dudas doctrinales desafían el pensamiento de muchos buscadores de la verdad, la pregunta sobre la realidad del más allá sigue siendo una de las preocupaciones más profundas tanto para eruditos como para la población en general. Para analizar este tema con precisión, conversamos con Hoyyat al-islam Riza Purasmail, especialista en la respuesta a dudas religiosas, cuyo diálogo presentamos a continuación.

Agradecemos profundamente el valioso tiempo que concedió a la agencia oficial de Hawzah.

La pregunta es la siguiente:

¿Después de que vayamos al otro mundo, serán sustituidos los seres humanos por otras criaturas?

Y en el Día del Juicio, una vez concluido el ajuste de cuentas, ¿acaba también la obra de Dios?

“En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso”

Este tema puede abordarse desde dos perspectivas:

1. Desde el punto de vista racional

Ambas posibilidades son concebibles.

La razón no considera imposible que exista otra creación simultánea al Juicio Final o posterior a él, una vez que se haya completado el juicio de la humanidad. Incluso ahora mismo, podría haber en algún otro lugar del universo, o en otros niveles de la existencia, seres y criaturas con libre albedrío o características similares a las del ser humano.

Tampoco es imposible, desde la razón, que no existan tales criaturas. Es decir, no hay contradicción en que, tras llegar esta humanidad al Día del Juicio y entrar al Paraíso o al Infierno, no se produzca ya ninguna nueva creación semejante.

2. Desde el punto de vista de los textos religiosos

En el Corán no existe un versículo que afirme o niegue explícitamente este asunto. Solo en el comentario del versículo 15 de la sura Al-Yinn, donde se menciona la expresión “una nueva creación”, se hace referencia a quienes consideraban improbable la resurrección.

Basándose en un hadiz del Imam Baqir (a.s.) sobre esta aleya, la expresión “nueva creación” indica que, una vez que las criaturas lleguen al Juicio Final y sean situadas en el Paraíso o el Infierno, Dios creará seres similares a ellos, también de género masculino y femenino, que Le adorarán, pero en una tierra distinta y bajo un cielo distinto al nuestro. El Imam añadió:

“Dios ha creado miles de mundos y miles de humanidades; no es cierto que la existencia esté limitada solo a este mundo ni que ustedes sean los únicos seres humanos”.

Existen además otros relatos que mencionan distintas humanidades, diversos linajes o múltiples mundos.

¿Es el Día del Juicio el final de la obra de Dios?

Puede decirse que el único fundamento disponible para afirmar la existencia de criaturas semejantes al ser humano después del Paraíso y del Infierno son precisamente estas narraciones.

Sin embargo, su conjunto no alcanza el nivel de certeza que permita afirmarlo de manera definitiva. Pero, como mencionamos, la razón no descarta la posibilidad de nuevas creaciones.

En cuanto a la otra parte de la pregunta —“Si no hubiera nuevas creaciones, ¿acaso Dios quedaría inactivo?”— debemos decir que este planteamiento nace de una concepción equivocada.

Estamos imaginando la creación divina como si fuera un proyecto humano: alguien que diseña, ejecuta, administra y luego abandona la obra y se dedica a otras tareas. Esta es la lógica del ser humano, no de Dios.

La creación divina no es un acto instantáneo que termina una vez completado. La creación es continua y permanente.

Las criaturas del Más Allá tampoco dejan de existir; ellas reciben momento a momento el flujo de la existencia procedente de Dios.

Incluso de acuerdo con las fuentes religiosas y los argumentos racionales, el ser humano continúa un proceso de perfeccionamiento en el Paraíso y en el Infierno, donde ocurren transformaciones continuas.

La gestión y la señoría divina simplemente pasan de una etapa a otra, pero jamás se detienen.

Aunque no hubiese ninguna nueva creación material similar al ser humano, el flujo del acto divino y la administración de Dios nunca cesan.

Por lo tanto, esta duda surge de una comprensión incorrecta de los conceptos de “acto divino”, “creación” y “señorío divino”. Cuando estos conceptos se entienden con precisión, tal pregunta ni siquiera surge.

¿Por qué el Corán no responde explícitamente a este asunto?

La respuesta es que el Corán es un libro de guía, y solo expone aquello que es necesario para la orientación espiritual y moral del ser humano.

Saber o no saber si después del Paraíso y del Infierno vendrán nuevas humanidades no afecta en absoluto el camino de la guía.

Lo importante es comprender cuál es mi propósito en la existencia, cómo debo actuar y cómo puedo alcanzar la verdadera felicidad y perfección.

El Corán no vino para responder a cada incógnita del universo, sino para proporcionar lo que el ser humano necesita en su camino hacia Dios. Conocer estos detalles —aunque interesantes— no influye en el objetivo esencial de la vida.

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