viernes 3 octubre 2025 - 23:23
¿Qué pueblos aceptan la dominación extranjera?

Hawzah / Según las palabras del Amīr al-Mu’minīn (la paz sea con él), aceptar la dominación de extranjeros es un signo de humillación y degradación. El islam enfatiza la dignidad, la resistencia y la preservación del honor como un depósito divino; ni el creyente ni la nación tienen derecho a humillarse o someterse a la indignidad.

Según informa la Agencia de Noticias Hawzah, el Ayatollah Javadi Amoli, en una de sus sesiones de ética, se refirió al tema de la «no aceptación de la humillación según la ley divina», lo cual compartimos con ustedes, estimados lectores.

Según la luz de las palabras del Amīr al-Mu’minīn (la paz sea con él): el significado de gobernanza es que el ser humano domina sobre sus bienes y la sociedad domina sobre su país.

Por ello, ningún pueblo, salvo el pueblo degradado, aceptará la dominación de extranjeros ni el saqueo de su nación.

Si un pueblo cree que la vida mundana es solo un soplo, que termina con un solo aliento, y que el martirio es «alma y fragancia», no temerá las amenazas ni las presiones.

En este marco, el islam también enfatiza el principio de dignidad y resistencia, tal como dijo el Amīr al-Mu’minīn (la paz sea con él): devuelvan la piedra de donde vino; sean hombres y vivan como hombres.

En las narraciones de la Ahl al-Bayt (la paz sea con ellos) se establece que el ser humano no posee absolutamente su honor, sino que es un depósito de Dios.

Así como la castidad de la mujer es un depósito divino y nadie puede disponer de ella en contra de la voluntad de Dios, ni siquiera ella misma, de la misma manera, el honor del creyente es un depósito de Dios entre los siervos. Por ello, no se debe humillar ni perder su honor de manera degradante.

El Imam (la paz sea con él) dice: Dios ha confiado todos los asuntos al creyente, pero no le ha permitido ser humillado.

Por lo tanto, la nación tampoco tiene derecho a humillarse ni a destruir su honor de manera indignante.

Que Dios, por respeto al honor de la Ahl al-Bayt (la paz sea con ellos), proteja a este país de cualquier peligro hasta la aparición de su legítimo dueño.

Discurso en la sesión de Hawzah, 5/7/404

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