Según el Departamento de Traducción de la Agencia de Noticias Hawzah, Hoyyat al-islam y musulmán Sheij Alí Al-Khatib, vicepresidente del Consejo Supremo Islámico Chií del Líbano, denunció en un comunicado las repetidas agresiones israelíes contra el Líbano.
Calificó estas acciones como una violación flagrante de la soberanía libanesa y de la inviolabilidad de los civiles, señalando que constituyen una cadena de crímenes. Los ejemplos más recientes son la masacre de Ain al-Hilweh y la agresión contra Al-Taybeh, donde los crímenes sionistas han apuntado a civiles inocentes, jóvenes, niños y estudiantes de universidades y escuelas.
Sheij Al-Khatib consideró estas operaciones terroristas organizadas como una agresión contra el Líbano y todos los libaneses, quienes —según dijo— están obligados a mostrar solidaridad con su pueblo y sus hermanos en la patria.
El vicepresidente del Consejo Supremo Islámico Chií añadió:"Ponemos estos crímenes continuos ante los ojos de las Naciones Unidas, de las organizaciones internacionales, de los países amigos y hermanos, y del Comité de Mecanismo. Les pedimos que adopten posturas firmes para condenar estas acciones salvajes y detener esta agresión permanente contra nuestro pueblo; no es aceptable que los niños y los civiles se conviertan en presa de la brutalidad de Israel, que actúa en sintonía con las masacres de Gaza".
Asimismo, pidió al Gobierno del Líbano que cumpla con sus responsabilidades y asuma su deber en detener la matanza de los hijos de la nación. El gobierno —afirmó— debe actuar de inmediato ante los foros internacionales, las organizaciones de derechos humanos y sus embajadas en el exterior para denunciar los crímenes sionistas y obtener su condena, además de expresar solidaridad con las víctimas y los heridos, sin escatimar ningún esfuerzo para frenar la agresión constante contra el Líbano.
Al final, Sheij Al-Khatib expresó sus más sinceras condolencias a las familias de los mártires, a quienes consideró como “vivos y sustentados junto a su Señor”. Pidió para ellos la misericordia divina, paciencia y consuelo para sus familias, y una pronta recuperación para los heridos.
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