martes 11 noviembre 2025 - 23:50
Occidente se opone a la independencia y fortaleza de Irán

Hawzah / La ceremonia de clausura de la conferencia “Nosotros y Occidente: Una conferencia sobre las ideas y pensamientos del Ayatolá Jamenei” se llevó a cabo el 10 de noviembre de 2025 en el Centro Internacional de Conferencias de la IRIB, con la participación de un grupo de académicos, profesores e investigadores.

Según informa la Agencia de Noticias Hawzah, durante su discurso, Ali Larijani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, se refirió al trasfondo histórico de las relaciones entre Irán y Occidente. Señaló que, a lo largo de la historia, los vínculos entre ambas partes han experimentado numerosos altibajos por razones económicas, políticas, culturales y militares, convirtiéndose en una de las interacciones internacionales más inestables.

Cinco etapas históricas de las relaciones Irán–Occidente

Larijani dividió las relaciones entre Irán y Occidente en cinco periodos históricos. Explicó que el primero corresponde a la antigüedad, cuando Irán era gobernado por los imperios Aquemenida, Parto y Sasánida, y poseía una poderosa civilización, mientras que del lado occidental predominaban las civilizaciones de Grecia y Roma. En aquel tiempo, ambos polos civilizatorios constituían los principales centros de poder mundial.

Añadió que, debido a la enorme fuerza política y militar de Irán en esa época, Occidente nunca logró dominarlo. Aunque hubo guerras entre ambas partes, ninguna resultó en un control duradero de Occidente sobre Irán.

Las raíces del comportamiento hegemónico occidental

El Dr. Larijani abordó las raíces históricas del comportamiento hegemónico de Occidente. Señaló que, mientras los lazos comerciales de Irán con Oriente, el mundo islámico y los países vecinos se fortalecían, durante muchos años Occidente fue su principal socio comercial. Sin embargo, su conducta dominadora en los ámbitos político y de seguridad llevó esa cooperación a una crisis.

Al referirse al comportamiento occidental tras el triunfo de la Revolución Islámica, explicó que los dirigentes iraníes nunca adoptaron una postura hostil declarada hacia Occidente. Fue más bien el comportamiento político y cultural occidental el que generó crisis artificiales contra la Revolución Islámica.

Occidente, dijo, trató de apropiarse de la independencia de la nación iraní bajo nuevos lemas, pero se encontró con la firme respuesta del Imam Jomeini.

Las orientaciones del Líder de la Revolución Islámica

Larijani también se refirió a las posturas del Líder de la Revolución Islámica respecto a Occidente. Afirmó que sus recomendaciones de mantener vigilancia en el trato con Estados Unidos y con Occidente derivan de su carácter hegemónico.

El Líder ha apoyado constantemente proyectos científicos y económicos de beneficio mutuo, pero cuando Occidente utilizó su poder económico, cultural o incluso militar como instrumento de imposición sobre Irán, el Líder se mantuvo firmemente en su contra.

El pueblo iraní, añadió, defendió su independencia con la misma determinación durante la reciente guerra.

La resistencia de Irán frente a la presión occidental

El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional afirmó que, tras la Revolución, la nación iraní resistió los intentos de Estados Unidos y de Occidente de socavar la independencia del país, y que el Líder de la Revolución Islámica ha enfrentado con firmeza esos esfuerzos.

Larijani agregó que el actual presidente de Estados Unidos, bajo el lema “paz mediante la fuerza”, en realidad representa la principal amenaza para la independencia de las naciones. Busca alterar las normas internacionales y sustituir el derecho por la fuerza bruta.

Esta mentalidad, señaló, implica que los países deben rendir­se o prepararse para la guerra, una continuación de la misma política que Occidente ha seguido durante siglos, con Trump simplemente haciéndola más evidente.

El caos como resultado de la política occidental

Según Larijani, el resultado de esta política ha sido la expansión del caos internacional. La guerra de Irak, iniciada sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, fue un ejemplo, y un enfoque similar se aplicó en el caso de Irán.

Hoy, el régimen sionista, creación de Estados Unidos, repite esos mismos lemas caóticos. Sin embargo, la historia ha demostrado que el caos termina devorando a sus propios creadores, del mismo modo que Estados Unidos creó a Daesh y luego quedó atrapado en sus consecuencias.

El poder de la nación iraní obligó a los enemigos a retroceder

Al referirse a la guerra reciente, Larijani destacó que la fuerza de la nación iraní y la firmeza de sus Fuerzas Armadas obligaron a los enemigos a retroceder y aceptar rápidamente el fin del conflicto.

Afirmó que nunca antes la imagen de Estados Unidos y del régimen sionista había sido tan despreciable y detestada ante la opinión pública mundial.

Sus acciones recientes, añadió, arrancaron la máscara y revelaron su verdadera naturaleza colonial.

Estados Unidos busca la rendición, no la negociación

El funcionario también denunció el enfoque engañoso de Estados Unidos en las negociaciones, señalando que su objetivo no es un acuerdo justo, sino imponer la rendición.

“¿Acaso Irán no estaba sentado en la mesa de negociaciones cuando Estados Unidos lanzó una guerra al mismo tiempo?”, preguntó. “¿Puede haber mayor deshonra que el propio presidente de Estados Unidos declare abiertamente: Engañé a Irán?”

Larijani recordó que, en los primeros días de la guerra, los enemigos intentaron desmoralizar al pueblo iraní mediante presión militar y una amplia propaganda.

Sin embargo, el Líder de la Revolución Islámica, con firmeza y confianza, se dirigió a la nación y prometió la derrota de los enemigos.

Añadió que los tres primeros días de la guerra estuvieron entre los más decisivos, pero la planificación del Comandante en Jefe fue tan precisa e inteligente que el campo de batalla se transformó por completo. Su mando fue directo, firme y exacto; se comunicó con cada comandante de campo y dirigió la manera en que debían responder.

Larijani afirmó que la gestión del Líder abarcaba todos los ámbitos. La atención al frente, la retaguardia, la logística y, especialmente, el suministro de las necesidades del pueblo para garantizar que su sustento no se viera interrumpido, fueron todos administrados bajo su dirección.

En otra parte de la conferencia, el doctor Mohammad Eshaghi, subdirector de Investigación de la Oficina para la Preservación y Publicación de las Obras del Líder de la Revolución Islámica, se refirió al pensamiento del Líder y señaló que la conducta y la visión del mundo del Líder de la Revolución Islámica están arraigadas en la guía coránica y en las tradiciones divinas. Sobre la base de estos principios, el país ha podido superar crisis y desafíos políticos y sociales.

Recordó que el Líder de la Revolución Islámica ha presentado al sistema de hegemonía y arrogancia como el verdadero rostro de la civilización occidental, un sistema que, a pesar de sus esfuerzos por someter a las naciones, ha sido derrotado por el liderazgo coránico de la Revolución Islámica.

Mousa Haqqani, secretario académico de la conferencia, también intervino como uno de los ponentes. Describió el momento actual como uno de los períodos más sensibles de la historia y afirmó que esta conferencia busca explicar la situación basándose en los puntos de vista del Líder de la Revolución Islámica: a saber, la transformación del sistema internacional y la aparición de un punto de inflexión histórico. Añadió que los acontecimientos de los últimos dos años, así como los desarrollos que se avecinan, forman parte de esta transformación del orden internacional. La Operación Tormenta de Al Aqsa, la Guerra de 12 Días, y los sucesos en Rusia y Ucrania, en Estados Unidos y China, junto con el comportamiento hegemónico y ambicioso del presidente estadounidense, indican que se está produciendo un cambio significativo.

Haqqani subrayó que el Líder de la Revolución Islámica es heredero de al menos mil años de racionalidad chiita, y señaló que posee un profundo conocimiento histórico, habiendo estudiado tanto la historia de Irán como la de Occidente y Europa. Ha participado directamente en la lucha contra Occidente durante unos sesenta años y ha liderado un Estado revolucionario, la Revolución Islámica y el Frente de Resistencia durante más de tres décadas.

En otra parte de la ceremonia, Mousa Najafi, secretario ejecutivo de la conferencia, afirmó que el rechazo a la noción occidental del “fin de la historia” y la introducción de una nueva filosofía de la historia desde el pensamiento iraní e islámico marcan el comienzo de una nueva era en el desarrollo intelectual y civilizacional de la humanidad. Aunque el mundo actual enfrenta la colonización mental, la guerra blanda y la dominación mediática, la experiencia ha demostrado que las potencias occidentales se han alejado mucho de la superioridad histórica que alguna vez creyeron poseer. Agregó que la confrontación de Irán con Occidente no es una continuación de la tradicional división Este-Oeste, ya que Irán actúa dentro de su marco religioso y jurisprudencial, mientras emerge simultáneamente más allá del Este geográfico como una potencia independiente y central en los planos nacional, regional y global.

Al continuar el programa, el doctor Foad Izadi, miembro del consejo académico de la conferencia, declaró que durante años Occidente ha promovido la narrativa del cambio de régimen en Irán y ha distorsionado la imagen de la Revolución Islámica en sus medios de comunicación. En estas circunstancias, dijo, nuestra primera prioridad debe ser fortalecer el discurso académico, profundizar la crítica basada en contenido y apoyar a los académicos nacionales.

Subrayó que los movimientos culturales en Occidente deben ser observados cuidadosamente. Hoy en día, en el mundo occidental, incluso una persona que levante la bandera palestina más grande sobre una ciudad puede obtener votos y apoyo popular, lo que demuestra una transformación significativa en el clima intelectual y político de Estados Unidos.

El doctor Izadi añadió que Estados Unidos se encuentra en una trayectoria que lo lleva de ser una potencia mundial a convertirse en un país “común”. En tales condiciones, Irán debe fortalecerse tanto en el ámbito del poder duro como en la esfera blanda de la crítica, el pensamiento y la producción intelectual.

Fuente: JAMENEI.IR

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