domingo 28 septiembre 2025 - 21:10
Sayyed Hassan Nasrallah, héroe del mundo árabe

Hawzah/ Sayyed Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbolá en el Líbano y discípulo de la escuela del Imam Jomeini, se ha convertido, como símbolo de la resistencia y voz de los oprimidos, en un líder que, con valentía y sinceridad, ha forjado un frente más allá de las fronteras del Líbano y ha transformado su nombre en bandera de dignidad y libertad en el mundo.

Agencia de Noticias Hawzah | En una época en la que la oscuridad de la arrogancia dominaba los cielos de las naciones oprimidas, se levantó un hombre de la estirpe de los profetas, formado en los seminarios de Nayaf, Irán y Líbano, para encender una llama de esperanza en el corazón de los combatientes. Su nombre: Sayyed Hassan Nasrallah, arquitecto de la escuela de la resistencia y símbolo del honor chiita en nuestro tiempo.

Nasrallah, abanderado del honor y del orgullo religioso, fue el gran vínculo entre Nayaf, Qom y Beirut; un discípulo fiel del Imam Jomeini que aprendió la lección de la libertad en la escuela del wilayat al-faqih y que con sacrificio dio sentido al yihad inspirado en Ashura. Su sinceridad y valentía estremecieron a los enemigos; sus promesas eran promesas cumplidas, y hasta los adversarios más feroces reconocieron su firmeza y lealtad.

En la trinchera de la defensa de la verdad, Nasrallah no fue solo un comandante, sino también un maestro y portaestandarte del amor y la entrega; un referente para todos los amantes de la libertad y formador de generaciones de jóvenes resistentes que, después de él, seguirán su camino con determinación. Él hizo palpitar el corazón de Hezbolá, pero su pensamiento trascendió las fronteras, transformando el frente de resistencia en una ola de despertar para el mundo.

Su voz fue esperanza para los niños inocentes de Gaza y consuelo para las mujeres enlutadas de Palestina; fue nuevo aliento en las venas de pueblos exhaustos y oprimidos. Nasrallah se convirtió en defensor de los desposeídos, héroe del mundo árabe y escudo de acero de la resistencia frente a los ocupantes y tiranos globales; arquitecto de una edificación cimentada en la sangre de los mártires y en la fe de los combatientes.

Hoy, la voz de Nasrallah es eco de fe y libertad, y cada pensador libre, cada musulmán y cada amante de la justicia en cualquier rincón del mundo tiene el deber de unirse al frente de resistencia contra la hegemonía de Estados Unidos e Israel. Porque Nasrallah no es solo un nombre, sino la bandera de la dignidad, el honor y el orgullo del Islam puro de Muhammad.

Sí, Nasrallah fue y seguirá siendo la promesa cumplida; el sol eternamente radiante en el cielo de la resistencia y la melodía de la esperanza en el corazón de la historia.

Hassan Abdi Pour

Etiquetas

Su comentario

Usted está respondiendo
captcha