Según la Agencia de Noticias Hawzah, en una declaración emitida tras la adopción del plan por parte del Consejo de Seguridad de la ONU —sin tomar en consideración las propuestas de Pakistán— Naqvi afirmó que esta iniciativa es “la continuación de un sangriento juego de colonialismo e imperialismo”. Señaló que el plan carece de elementos fundamentales como una hoja de ruta clara hacia un Estado palestino independiente, una fuerza internacional de estabilización y un marco integral para un Consejo de Paz. Añadió que incluso China y Rusia abordaron el plan con cautela y no lo respaldaron plenamente.
Naqvi subrayó que las posturas obstinadas del régimen sionista equivalen a una legitimación adicional de proyectos heredados de la era colonial. Advirtió que el futuro del plan es incierto debido a la ausencia de representación palestina y al apoyo limitado por parte de los principales actores internacionales, describiendo el proceso como la prolongación de políticas arraigadas en la Declaración Balfour.
Argumentó que la iniciativa constituye “un nuevo paso hacia el avance de los objetivos sionistas y coloniales”, afirmando que el rechazo —y simultáneo beneficio— del régimen respecto al plan refuerza los antiguos diseños imperialistas en Palestina. Según Naqvi, la propia cuestión palestina es un producto directo de las políticas coloniales, y este plan, en última instancia, fortalece la ocupación sionista.
Al repasar la trayectoria histórica de la crisis, explicó que sus cimientos comenzaron a formarse en el siglo XVIII, se consolidaron con la Declaración Balfour de 1917 y culminaron con la creación del régimen sionista el 14 de mayo de 1948. Agregó que la guerra unilateral de 2021 allanó el camino para los llamados “Acuerdos de Abraham”, ahora refrendados internacionalmente por la aprobación del plan de Gaza en el Consejo de Seguridad.
Naqvi cuestionó cómo una iniciativa de paz puede tener éxito cuando carece de sus requisitos fundamentales:
“Si los puntos básicos y vitales son ignorados, ¿cómo se puede esperar que un régimen opresor avance hacia la paz?”
Concluyó que el Plan de Paz predominante para Gaza es ambiguo, carece de garantías de implementación, excluye a actores palestinos e internacionales clave y, en última instancia, opera a favor del régimen sionista y de las potencias coloniales.
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